UNA APROXIMACIÓN AL APOCALIPSIS

Apocalipsis es un libro fascinante que presenta espectaculares escenas de multitudes, bestias, ángeles, rayos, truenos, tronos, acompañadas de música de arpas y trompetas; muestra a Dios en su Trono ejerciendo dominio, autoridad, revelando las “cosas que sucederán pronto”, a través de aquellas figuras; y  al Cordero Victorioso; rodeados de multitudes que les rinden reverente adoración.

Juan usa el recurso de la metáfora, símbolos, e imágenes para describir lo que ve.

Representación de los «Cuatro Jinetes del Apocalipsis».

Descubrirás  que Apocalipsis es un libro que transmite un mensaje de aliento, consuelo, fortaleza, fe y esperanza, dirigido a gente que sufre persecución, que vive tribulaciones, que siente que las fuerzas del mal triunfan. En Apocalipsis el Cordero te dice: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado en mi Padre en su trono.”, 3:21.

Al leer este maravilloso libro uno siente que es parte de las escenas que se describen, y viaja con el autor por las distintas épocas en que aquellas se suceden.

La manera como narra Juan las cosas que le son reveladas es como si a veces las viéramos en una gran pantalla de Alta Definición, otras que estamos en el escenario de un teatro; y en algunas ocasiones como si fuésemos trasladados en tiempo real al momento en que ocurre lo que se muestra. Las expresiones “vi”, “miré”, “ven y mira, que se repiten a lo largo de las narraciones sugiere que Juan es testigo presencial de “las cosas que han de suceder pronto”, y nosotros también.

En 17:3 leemos: “Y me llevó el Espíritu al desierto, y vi  a una mujer sentada sobre una bestia escarlata», entonces nos ubicamos en el desierto y comenzamos a ver en aquel escenario cada figura que se muestra en la escena sobre la tibia arena.

Representación de la «Gran Ramera», como se describe en 17:3-6.

En 1:10 leemos: “…oí detrás de mí una gran voz como de trompeta…”, al oír aquella voz, nos volvemos “para ver la voz que hablaba.”, y junto a Juan nos extasiamos con la visión de aquel semejante al “Hijo del Hombre”, y reverentemente nos inclinamos ante Él.

Te invito a estudiar Apocalipsis, hay una bendición por hacerlo, 1:3; muchos la perdemos porque tener una idea errada de este libro, producto tal vez de las muchas especulaciones, tergiversaciones, y conceptos errados de quienes desde el primer siglo lo han interpretado atendiendo a sus posturas doctrinales, teológicas, o filosóficas, más que en lo que Cristo sencillamente revela en cada expresión.

En días recientes culminé un un estudio de este libro, y escribí notas de lo que lo que me fue revelado. Como lo hice directamente de la fuente, descubrí que la mayoría de comentarios, interpretaciones, y doctrinas propuestas, hoy muy populares, no tienen sustento en la fuente, el libro de Apocalipsis; son basadas en las interpretaciones de prominentes teólogos, que son aceptadas como dogmas por quienes no estudian la Biblia sino cometarios de la Biblia.

Cuando se estudia directamente Apocalipsis, y se lucha con el texto hasta descubrir la verdad que encierra, ocurre como le sucede a Juan en 17:6. En ese texto se le muestra a Juan una escena, luego que la ve, dice: ”y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro”. Esto ocurre literalmente cuando descubre quien es la “gran ramera”, que es lo que se le muestra a Juan; es el mismo asombro que experimenta el lector al descubrir que la verdad de Apocalipsis no es la misma que la de muchos libros “bestsellers”.

Si estudias Apocalipsis siguiendo el consejo de Jesucristo dado en el mismo libro, vas a comprender la revelación sin mayores dificultades. En 13:18, y en 17:9 se recomienda el uso de sabiduría, inteligencia y conocimientos para comprender la revelación. Haciendo uso de esas facultades, y con la dirección del Espíritu Santo vas disfrutar lo que el Cordero te revela en cada escena de Apocalipsis.

Al estudiar este libro, busca en el mismo libro, o en Biblia las explicaciones de lo que te parece dudoso o incomprensible. Apocalipsis está cargado de referencias al Antiguo Testamento, de enseñanzas de Jesucristo, o vivencias de los Apóstoles; que el autor no indica explícitamente. En 13:1 se ve a una bestia que sube del mar, ¿Qué significa subir del mar? Lee 17:15, la bestia sube de las “naciones”. ¿Quién es esta bestia? En 13:2 se describe que tiene características de un leopardo, de un oso, y de león. Para comprender la figura ve a Daniel 7, donde se muestra en visión a tres imperios: griego, persa y babilónico. Uniendo todas las figuras de los dos textos descubrimos que la bestia es un imperio, no una persona, con las características de aquellos, pero de carácter mundial.

Imagen la bestia que surge del mar, 13:1.

Ten presente que Juan usa un leguaje simbólico para referirse a cosas, personajes, o situaciones reales, normales y ordinarias. En 13:1-2, no ve la figura de una bestia, lo que ve es comparable con algo que le es familiar y le da esa apariencia. Es como cuando tú dices, «es una niña bella, tiene cabello semejante al trigo, ojos como el mar, dientes de perlas, labios de coral, piel de durazno; la metáfora es de una niña de cabello rubio, ojos azules, dientes blancos, labios rojos, y piel rosada y suave al tacto. La realidad es que estás describiendo a un monstruo. Dibuja una niña con los objetos reales, literales, para que lo compruebes. Solo pensar en espigas de trigo como cabello, semeja a un espantapájaros.

Otro aspecto a tener en cuenta es la versión de la Biblia que usas, hay que tener a mano una que traduzca lo más cercano al original. Lee 1:10 en varias versiones. En la RVR60, como en otras versiones, se lee: “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor…”, que es la traducción correcta, lo cual puedes comprobar en un Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español. Si alguna versión en lugar de “día del Señor” escribe “domingo”, o “sábado”, tal versión es dudosa, porque no se apega estrictamente  al original en griego que es: “τῇ κυριακῇ ἡμέρᾳ”, el día del Señor. Y esto no es insignificante porque cambia no solo el sentido del texto, sino la interpretación del libro, de la revelación en su totalidad.

Procediendo de esta manera entenderás por qué se elige “siete iglesias de Asia”, habiendo muchas y más importantes que aquellas, quien es “la bestia”, el “anticristo”, y el significado verdadero de la “marca de la bestia”, quien es en realidad la “gran ramera”, cual es la “abominación” mencionada por Daniel y Jesucristo, cuando es el “milenio”, cual es el papel de Israel en “los días postreros”. Te asombrarás como Juan, cuando descubras la verdad.

Te vas a regocijar viendo a “los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:

Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

Arreglo que muchas veces ya has cantado, anticipando aquel gran momento.

Lee y disfruta comprendiendo la revelación de este fascinante libro.

Fuente:

  • Notas personales resultantes del estudio de Apocalipsis,
  • Versión de la Biblia: RVR60, tomada de http://www.biblegateway.org,
  • Imágenes: Google.